Tengo una letras sembradas en mi presente,
que suplantan mi ayer 
y mi antes,
me predicen el futuro
y en mi piel se hacen alguien,
han ocupado mi lugar en el mundo
y echado raíces en mi sangre,

En mis ojos sus hojas se alimentan de aire,
son parte de mi carne,
tienen versos de nubes
que me llueven en la tarde
y en cada latido marcan mis pasos
caminan mis huellas.

Me susurran los sueños, los gritan, los saben,
me indican la ruta,
vuelan sin alas
como vuela la esperanza.

Me han invadido la nostalgia
en la tarde, la carne y el sueño
me han invadido la vida con su suerte.
.

Te pareces intensamente 
a mi piel
y tu mundo es un espejo del agua
donde te miras
tan puro,
dejando caer las hojas
tocas el viento con el alma.

Te pareces especialmente 
a mi tiempo
con siglos de sonetos
con el iris en la distancia
te vas, encontrado
la libertad del mundo.

Dejando un desierto 
y restas esperanzas al alma,
pero te siento en la sangre
en las venas,
como un desconcierto
muy antiguo.

Se subastan !!


El olvido, la imagen revelada en el espejo,
la sombra reflejada por el cuerpo, 

se subasta la esperanza,
el camino que lleva a los cielos,
la quietud, el eterno descanso,
el amor y el pecado,
la muerte que sorprende,
el llanto, el lamento y el reverso.

Se subastan los motivos,
la mirada, la cruz y el silencio,
la portada en la mañana,
se subasta la sonrisa y el aplauso,
el colorín colorado, de un ultimo cuento.

Se subastan:
discursos, oraciones y secretos
epopeyas,
abriles, febreros y leyendas
noviembres, mariposas y septiembres.

La inocencia de mayo
la apatía de un pueblo
se subasta
la patria, el alma, los sueños.

Mientras busca lunares en la luna
rompe espejos, sombras y aleluyas
escondidas detrás de la ventana.

Para que naciera
fue preciso un naufragio,
y el después infinito del ser,
polvo de estrellas,
la eternidad de antes,
el ultimo suspiro,
alfa y omega,
la perdida total de su Dios.

Descubrió el pecado en algún verso
no bailo, ni vivio el delirio....

Va contando lunares en la luna
sin agotar sus sueños, ni sus ganas.

Cuando te diga.- amor, te quiero, caminemos unidos para cambiar el mundo.- 
Entonces,
solo entonces
tendremos cielo nuevo.
Un cielo perspectivo.
Rondarán mariposas
el camino y el sueño.

Si tan solo te quiero, el mundo será el mismo.

Cuando te diga.-amor.-
quiero decir.- te quiero, transformemos al mundo,
caminemos unidos.-.

Si llegara,
el día del camino sin regreso
me iré sin mediodía, sin llovizna,
sin zapatos de nubes, sin tormento.

Me iré a subir mis montes y colinas
persiguiendo los cerezos,
sin promesas, sin lágrimas, ni adioses
me iré, camino adentro de mi espejo.

Te llevo conmigo.

En una esquina,
una terraza de viento 
por donde pasa el mar.
Mirando al otro lado, la calle 
donde la gente con prisa
va al tedio y la rutina,
a la vida por la vida
y a cantar para cantar.


Te llevo conmigo.
Mientras en el cielo se turnan
estrellas, nubes y lunas.

Te llevo conmigo
y llevo mis ganas,
sangre, soles, melodías,
un poco de mar y estrellas,
piel, besos, delirios, 
suspiros, amores,
palabras, versos, poesías.

Te llego conmigo
Y llevo versos, 
noches de luna,
siglos, segundos,
llevo un mundo presuroso
que se jacta, pretencioso,
de vivir.

Y te llevo conmigo
en mis mejores días,
llevo consignas, banderas,
la lucha y la espera.
Llevo sol en mi ventana,
llevo tu luz, tu mañana,
tu calor y tu armonía.

He perdido un pedacito de un travieso poema.

Por si alguien lo encuentra: huela a pan y canela, 
es muy blando y deforme como el barro o la niebla,
tiene grandes ojeras.
Es muy terco, no respeta las reglas,
no le importa el verano, no se arrodilla o reza.

He perdido un pedacito de un pequeño poema,
la parte donde habla de
la técnica cierta para armar primaveras,
y explicaba los caminos
que ha de seguir quien quiera
escribir sin apuros las estrofas perfectas.

Creo que lo puse a secar en la ventana
y una ráfaga impune de locuras,
lo alejó de mi senda,
lo elevó hacia la nada,
lo convirtió en estrella


Aguarda aun a quien camine muy lento,
porque nadie le espera,
tan borracho de versos,
que se atreva, a elevarse para atrapar un sueño,
un pedazo de nube,
un silencio,
una idea,
o algún simple pedazo de papel que contenga
un recorte inservible de algunas viejas letras.


Un pedacito he perdido de un antiguo poema,
en él iba un suspiro recargado de huellas,
recuerdo que la tinta era de pez de arena,
que lo escribí una tarde tan larga como ciega.

Esperaba por un libro con portada de tierra
que convierta en destino lejanías y ausencias,
que se sepa el camino de unos pasos sin huellas,
por un libro, tan libre, como el sol y la ciencia.

Por si alguien lo encuentra: huela a pan y canela,
es muy blando y deforme como el barro o la niebla,
tiene grandes ojeras.
Es muy terco, no respeta las reglas.
No le importa el verano, no se arrodilla o reza.

He perdido un pedacito de vida en un poema.

Buscando el cielo ... 

Iban soñando versos,
un silencio sin alas
casi un DIOS justiciero,
lo acusaron de delirio
de pecador confeso.

Ella, solo conoce sus letras
no respeta misterios,
le exige
que no sueñe desvelos,
le enseño un diccionario
con sus latidos y verbos.

Van cantado
a la calle, a la plaza
al odio y al te quiero
y en tardecitas de agosto
soñaron la vida
la luz, la quimera,
un pueblito alejado
con olor a madreselvas.

Fueron buscando abriles
esperanzas, regresos
madrugadas, consignas y bostezos.

Con banderas y duendes,
con sudores y espejos,
con cansancios, caminos,
con el verde por dentro,
con notas y su guitarra
siguen buscando el cielo.

Se que fabricas versos
que escondes los misterios del sol
en tus ojos,
que tus manos refugian
los pecados de Dios,
los errores de alguna hada madrina
que equivoco su norte.

Se que construyes sueños,
que solo les falta 
la piel que los cubra
y dejarlos caminar por el asfalto.

Se que regalas alas,
que un muro de silencios
tan ancho como un beso
tiñe tu arco iris de aguacero,
que en un viejo cuaderno
se amontonan tu historia,
tus miedos,
tus vuelos y tus ganas,
tu voz limpia
y tu cielo.

Se que ensalmas misterios
que tu mágico lápiz
dibuja mundos ciertos,
un cielo tan verde
como una voz antigua,
como un reloj travieso
como el pan a la espera
de azules primaveras.

El amor es una luz que brilla,
que nos llama,
hablo del amor alrededor de un mar,
en la rosa
que se deja caer despacio. 

El amor sueña llenar la tierra,
el amor es también una lluvia,
unos ojos cerrados en la espera,
cada pedacito de la vida,
como un vientre vestido de misterio,
el vuelve en las estrellas,
es pisar la presencia.

Algo te llama en la lágrima,
es destino de la vida
llenarse de jardines,
tocar el agua,
reflejada en la luna a pesar del frió,
el amor,
es este presente que nos toca.

La luna traza la intensidad del verbo,
la palabra certera,
determina precisa
las huellas y las sendas.

La luna conoce de dioses y de ciencia,
revela si una frase puede
romper las reglas,
pertenece a los cielos,
no es cosa de la tierra.

La luna sabe como piensa el poeta
conoce pensamientos, virtudes, experiencias,
conoce de libros sagrados y de temas,
los altares, las copas,
donde glorifican los gestos y las letras.

Le pedí que imaginara tres sueños,
una espera,
una nube en el cielo,
una guitarra en vela,
un río que se seca,
una mirada tierna,
un suspiro en la carne,
Una piel,
una guerra,
una bandera en alto,
una sonrisa ajena,
una hormiga en un árbol,
un reloj
y una hoguera.