El destino es tan grande
y frágil en tu silueta,
que el sueño guarda
en tus manos el otoño...

En la noche voy buscando
como un ciego tu cuerpo,
tus pasos lo sienten
sabes que el día a terminado...

Tu boca lleva la locura
con la que me inspiro
y camino la vida callada
los versos que te escribo ...

En esta hora es cuando
mi mano dibuja la letra,
la mirada, la existencia ...

Un nuevo día amanece
y con él, el sol que convoca,
a vivir de tu voz que me llama

y proclama poesías,
libros blancos y pactos de sol,
el canto de la primavera golpeando la puerta..


De la paz de los siglos,
de luz,
de amores sin pecados,
de igualdad, de quimeras,
de abrazar fuertemente
tu verso, tus banderas
y de ser para siempre
una parte de ti....

Existes como soneto 

o como esta mano que tocas,
con tus bordes
y tu inmenso patio,
como este septiembre que llega despacio...

Tu barro se mezcla bajo la lluvia
en las calles,
de los que duermen
en el eco de tu espalda...

Esta tierra es nuestra,
este supuesto sueño,
donde todos los dias
sin saberlo despierto...

Te vistes de dia,                                        
amando los legados,
y los deseos más abstratos...
El sonido de tu voz
atravesando muros,
es el dolor que escapa
el paño que te cubre,
los cielos, tus mares, los puentes...
Tu mirada firme que retumba en mi alma ...

Me abrazo a tu distancia,
como mi única verdad, inexplicable,
de tenerte aquí,
de saberte siempre...

Mis pies descalzos,
han llegado a reclamar tu morada
y he llegado a percibir tu esencia
en la humedad de mis labios...

Porque la única distancia
entre tu mar y mi arena,
es la que existe, entre
tu boca y mi ombligo....

Amarte es recordarte dos veces ...

Te delata la mirada,
sin final que traspasa
sin visa,
la frontera de mi patria ...

Una piel que convoca
a poblar tus calles.
Despacio rescatas lo perdido
y es tu boca,
excitante tapia de colores,
caminante errante de este cielo fértil ...

El mar como cristal de milagros: 
en lo doliente, 
lo pensado, lo posible, lo expresado,
en la magia,
de viajar en los limites de esta desnudes ...

La intensidad de tu sustancia,
es beberse todas las lágrimas
que brillaran en el ahora,
dejando lo que duele en el reposo,
en lo profundo de lo arraigado
de la respiración ..

Es besar en el aire
y beber del vientre la primavera,
recorrer tu espalda,
donde la sed se apaga
Y donde la pasión se enreda..

Amarte es recordarte dos veces ...
Es llegar a morir pacíficamente en tu muelle ...

Tarde con las estrellas,
en el frío,
abrí la puerta...

El mar golpeaba
en la noche...
Sentí de ponto,
el aroma intenso de la leña,
visible, como si el árbol
todavía palpitara...

Me llevo hacia ti,
me toco el corazón,
como un jazmín,
como los recuerdos,
como si solo esa fragancia existiera,
como si solo tú...

Y allí de todo lo que vi en el mundo,
en mi propia casa
de noche,
junto al mar en invierno,
allí estaba esperándome
tu aroma..

Como el de la rosa mas profunda,
el corazón cortado de la tierra,
algo me invadió y se prendió en mi.

Cuando abrí la puerta en la noche....

Habitando la blanca espuma
escondido detrás de la sonrisa,
el sentimiento,
de lo que no se palpa
hallándote en la mirada..

Unos labios, mensajeros del mañana
nos convocan a zarpar, en los navíos,
llenos de mapas, de nombres
con una única promesa ...

Te quedaras inmóvil
como se queda el alba
quieta allí en tu pelo.,
Te hablaré pausado,
y así, sin quererlo, nos uniremos en los segundos
tocándonos el alma...

Te conduciré despacio
allí adentro,
en cada uno de tus días
y también en tus secretos...

Y así lo inmenso no sera el silencio,
recordaremos nuestros nombres
escuchándonos con el pensamiento
de sentirnos en los sitios
y en nuestro reflejo ...

El alba era su poesía        

la noche

su inmensidad y su refugio...

Su tierra, estaba intacta de fuegos,

mientras el tiempo

teje una sombra

y una aureola se vuelca sobre sus cabezas ...

Sus manos: un puente alto

donde caen las palabras,

solas, sin reservas,

llenas de caricias,

de besos robados,

de sentirse cerca ...

En el ocaso de una tarde,

en  un patio solitario,

ellos unen sus rezos, colgados de las ventanas,

trensando el deseo,

en los ojos de este septiembre …

Tocando su piel,

en un mundo de aire de luz ...

Ella sigue durmiendo tranquila,

desnuda en su mar

serena en su pelo …